Un horizonte más allá de las maderas tropicales

Quiero colocar madera al exterior, pero ¿qué tipo de madera escojo?

Pues depende, como bien dicen por estas tierras. Como la cuestión no es para nada banal, voy a dedicar este post a mostrarte los aspectos más importantes que te ayudarán a responder a esta pregunta.

1. – ¿ES PARA SIEMPRE?

Lo primero que debemos tener claro es que la decisión de utilizar una especie en una determinada clase de uso está completamente relacionada con la vida útil que pretendamos que tenga nuestra cubierta, fachada, estructura…

Si, por ejemplo, estamos hablando de una estructura temporal para una feria al aire libre, los requisitos que le impondremos a nuestra madera serán menos exigentes que si hablamos de una pieza importante de una estructura, de una vivienda o un edificio público.

Así que después de estimar la importancia y la vida de servicio que esperamos que tenga nuestra estructura tenemos que elegir entre todas las opciones que el mercado nos ofrece y que mejor se adapta a nuestras circunstancias: economía, durabilidad, aspecto estético, posibilidad de mantenimiento…

 

2. – ¿CUÁL ES LA CLASE DE USO?

Para ello, nos toca identificar la clase de uso de cada elemento con la norma UNE-EN 335:2013 o en en el apartado de durabilidad de la normativa de madera del CTE (DB-SE-M 3.2.1.2).

CLASE DE USO 1interior sin humedad

Se incluyen en esta clase elementos bajo cubierta no expuestos a la intemperie ni a la humectación por lo que el riesgo de ataque por agentes degradantes es muy bajo.

CLASE DE USO 2interior con humedad

Elementos bajo cubierta no expuestos a la intemperie, pero con la posibilidad de que se produzca un aumento de la humedad ambiental que humedezca las piezas de una forma ocasional pero no persistente. Puede ocurrir también que existan condensaciones de agua sobre la superficie de los elementos. El riesgo de ataque es posible, pero la frecuencia y la importancia del mismo dependen de la localización geográfica.

CLASE DE USO 3exterior sin contacto con el suelo

Los elementos no se encuentran en contacto con el suelo pero están expuestos a la intemperie: lluvia y radiación solar, por lo que el riesgo de ataque también es posible. Como en esta clase de uso cobra gran importancia el diseño constructivo, se distinguen dos subclases:

. Subclase de uso 3.1. – El riesgo de que los elementos puedan mojarse y estar húmedos es limitado. El diseño facilita el secado y la evacuación del agua.

. Subclase de uso 3.2. – Los elementos pueden estar húmedos durante un tiempo prolongado pero no continuo por estar muy expuestos a la intemperie.

CLASE DE USO 4exterior en contacto con el suelo o agua dulce

Aquí los elementos están en contacto directo con el suelo o con el agua dulce y estas condiciones hacen que los ataques por agentes degradantes sean habituales.

CLASE DE USO 5en contacto con agua salada

Los elementos, al estar en contacto con agua del mar o salada, tienen un gran riesgo de ataque por invertebrados marinos, que pueden ocasionar grandes daños. También existe la posibilidad de que sean atacados por insectos y hongos xilófagos si están situados en la zona intermareal.

Esquema explicativo de las clases de uso de la madera

3. – ¿DURABILIDAD NATURAL?

Para saber cuáles son las maderas que podrían servir para nuestro proyecto, necesitamos conocer la durabilidad natural de cada una de las especies. Las tablas de la norma UNE-EN 350-2:1995 (que pronto será sustituida por la norma PNE-prEN 350) nos muestran cuál es la durabilidad de la madera en función de su resistencia a los siguientes agentes que pueden degradarla:

  • hongos xilófagos
  • coleópteros
  • termitas
  • xilófagos marinos

Esta norma también incluye el nivel de impregnabilidad (o capacidad de una especie de madera a la penetración de un líquido protector) diferenciando siempre el duramen de la albura.

Así, de un vistazo podemos ver si la durabilidad natural de la especie que hemos escogido es suficiente para nuestra estructura y no necesita ningún tratamiento, o si no es lo suficientemente durable, poder ver si es impregnable para aplicarle un tratamiento protector.

 

4. – ¿TENGO QUE TRATAR OBLIGATORIAMENTE?

Hasta aquí, todo bien, pero y si ahora te preguntasen si se puede utilizar esa madera para esa clase de uso, ¿sabrías contestar?

Pues la verdad es que es un poco lioso el tema. Por ejemplo, puede parecer que la normativa española recomienda siempre un tratamiento, incluso uno superficial para elementos en clase de uso 1, pero en realidad no es así.

nivel-proteccion-cte

Si sigues leyendo el documento de Seguridad Estructural – Madera del CTE, un poco más abajo de esta tabla especifica que la madera no tiene porqué requerir protección adicional si es suficiente con la durabilidad natural que tiene la especie.

durabilidad-natural

La normativa española esboza que en la durabilidad y elección de especie cobran importancia muchos otros aspectos, como el diseño constructivo, fundamental a la hora de conseguir que nuestras construcciones se conserven mejor de una forma sencilla.

 

5. – ¿Y EN OTROS PAÍSES?

Y es que no sólo la resistencia a cualquier tipo de bicherío es importante en temas de durabilidad.

Hay muchos más aspectos que son clave.

El diseño constructivo, junto con la importancia de las condiciones climáticas del lugar, la masividad de las secciones elegidas o la duración del periodo de servicio de las construcciones son los criterios en los que se basa la clasificación de la normativa francesa para conocer la durabilidad de las especies de madera.

La norma FD P20 651Durabilité des éléments et ouvrages en bois, Durabilidad de los elementos y obras en madera, recoge de una manera más completa y acertada todas las cuestiones que hemos comentado anteriormente y es una herramienta muy útil para el proyectista.

 

6. – ¡MÁS MADERAS DIFERENTES AL EXTERIOR!

Analizando esta normativa podemos llevarnos sorpresas. No sólo las maderas tropicales son durables y perfectas para el uso al exterior, también el castaño, el roble y el alerce pueden hacernos el mismo servicio siempre que el diseño constructivo sea el adecuado.

Incluso si no es necesario que nuestra construcción dure 50 o 100 años, el abanico de opciones se dispara.

Es cierto que, en muchos casos, la opción más económica es la de utilizar coníferas tratadas mediante procedimientos químicos, pero no es la única opción.

Conociendo todas estas prescripciones podemos elegir la especie de acuerdo con su durabilidad natural, y si se adapta a lo que buscamos en el proyecto, no es necesaria la aplicación de un tratamiento protector.
También debemos tener presente que, además de todas las posibilidades que ya hemos comentado, otros productos como la madera termotratada o la madera acetilada o furfurilada pueden sernos de utilidad.

Espero que este post te sea muy útil y ojalá poquito a poco vayamos viendo cada vez más madera al exterior.
¡Hasta pronto!

María

Lectura recomendada: GUÍA DE LA MADERA. Durabilidad, capítulo 2. Documento de aplicación del CTE. Manuel Touza. Editorial Confemadera Hábitat.

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6 thoughts on “Un horizonte más allá de las maderas tropicales

  1. Hola,

    Siempre me ha parecido más interesante la norma francesa FD P20 651. Aquí, en España, tendemos a liarnos. Pero con este artículo, que es excelente, ofrece unas ideas claras y un punto de partida para entender mejor el tema de la durabilidad de las construcciones en madera.
    Ha sido agradable descubrir este blog, ayuda mucho para intentar equipararnos con el nivel de maestría de los países centroeuropeos.

    Un saludo cordial,

    • María Sánchez says:

      Gracias por tu comentario Juan José.
      Es cierto que la norma francesa es más clara y tiene en cuenta más condicionantes a la hora de evaluar la durabilidad de la madera. A mí personalmente me parece más intuitiva que la nuestra.
      Aquí, la cultura de la madera es escasa y en muchos casos está rodeada de perjuicios, y eso conlleva a que la utilización de madera al exterior sea un tema complejo.
      Y la normativa, como bien comentas, a veces es mal interpretada y puede inducir a errores.

      Me alegra que te guste el blog. Ojalá entre todos podamos ir poco a poco divulgando el buen hacer en madera.
      Nos leemos,

      Un abrazo,

      María

  2. F. Ramón Robles says:

    Que conste que me leo todos tus posts, aunque a veces tenga que esperar un poquito por falta de tiempo. Y eso que ya no me voy a construir otra casa, pero me encanta la madera (será por mi apellido??) y alguna estructura más tengo intención de construir en madera, además de las que ya hay, cabaña, leñera, etc, que aguantan perfectamente el paso del tiempo.

    • María Sánchez says:

      Gracias Ramón, me alegra mucho saber que te gusta el blog. La verdad es que la madera es una opción perfecta para tu finca. Y es cierto que aguanta perfectamente el paso del tiempo, sólo hay que asumir que envejece como nosotros. A ella en vez de salirle arrugas, se pone gris, que a mí me encanta. Si quieres que su aspecto sea como el primer día, ahí es cuando te obligas a hacerle mantenimiento.
      ¡Un abrazo!

      María

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