Uno de los mayores desafíos de la humanidad es construir el edificio más alto del mundo. Las pirámides, las esbeltas catedrales del gótico, la torre Eiffel, el Empire State… cada uno de ellos fue un reto para la técnica del momento.
Es una carrera sin final en la que el acero y el hormigón son muy duros competidores.
Pero… ¿y si ahora entrasen en juego más variables?
En un mundo en el que 1,6 billones de personas carece de una vivienda digna (Habitat, 2015) , donde nacen 256 bebés por minuto (The World Factbook, Central Intelligence Agency, CIA, Estados Unidos) y sus ciudades se extienden rápidamente ocupando cada vez más territorio, parece lógico que una solución sea la construcción en altura.
Pero y si a éstos motivos le sumamos el ser capaces de dejar un mundo mejor a esos 256 bebés que nacen cada minuto, la alternativa es clara: debemos apostar por la madera.

Hasta hace poco ni siquiera se concebía que la madera participase en esta vertiginosa carrera por alcanzar las nubes, pero con la aparición de nuevos materiales, en todo el mundo, desde Canadá a Australia, pasando por Londres, se están proyectando edificios de madera con cada vez más pisos.
El eco mediático que puede suponer la construcción de un edificio de 40 plantas en madera es fundamental para que comencemos a concienciarnos de porqué puede ser tan importante construir en madera.

Y esta revolución de cómo llegar a las nubes con madera tiene un detonante claro. Ya no se puede hablar sobre construcción en altura con madera sin mencionar la madera contralaminada (CLT, Cross Laminated Timber; X-Lam o MCL, Madera Contralaminada).
A mí, la historia de este nuevo material me parece muy inspiradora. Es un material relativamente reciente que nació a finales de los 90 y ha revolucionado el mundo de la construcción con madera. Por fin se podían construir edificios de madera sin estar obligados a utilizar piezas sueltas. Muros, forjados, cubiertas, rápidamente, de una vez, con un panel hecho ¡de madera! Como os imaginaréis, se abren infinitas posibilidades para proyectar.

El panel macizo de MCL nació como una solución para reciclar material sobrante de la industria de la madera. Durante el despiece de las trozas en el aserradero se obtienen los costeros, tablas procedentes de la parte exterior del tronco, y que generalmente se desechaban. La búsqueda de una salida comercial para poder reciclar esta madera fue el tema de varios proyectos de investigación y tesis en Centroeuropa que comenzaron a desarrollar y a analizar el producto.

A raíz de estas investigaciones, aparecieron industrias dedicadas íntegramente a la producción del panel contralaminado y con mucho interés y gran esfuerzo, todo este enorme trabajo de I+D de Norteamérica y Centroeuropa, principalmente, se ha convertido en un sistema constructivo real que se usa en edificios de todo tipo por todo el mundo.
Cada panel de madera contralaminada está formado por varias capas de madera aserrada encoladas entre sí, de forma que las direcciones de las fibras de las tablas de capas adyacentes forman ángulos de 90º.
Con esto se consigue una gran estabilidad dimensional y también una enorme capacidad de carga, al poder por fin transferir las cargas en varias direcciones en edificios en madera. Hasta ahora, en edificios de entramado de vigas y pilares, la transferencia de carga era lineal, y el poder hacerlo en varias direcciones supone una revolución.
En sección transversal, la disposición del panel debe ser simétrica y estar compuesta por un mínimo de tres capas. Los fabricantes de madera contralaminada ofrecen configuraciones muy diversas; la posibilidad de emplear tablas de distintos espesores (generalmente entre 20 y 40 mm) y paneles con distinto número de capas (3, 5, 7, 9…) da lugar a un amplio abanico dimensional que permite optimizar el diseño para resolver cualquier requisito estructural que se nos ocurra plantear.

Hasta hace poco tiempo, el desarrollo tan rápido del producto había impedido la elaboración de una normativa reguladora y cada fabricante disponía de su Documento de Idoneidad Técnica propio, pero desde el pasado mes de febrero (2016) se regularizaba esta situación con la nueva norma europea EN 16351 “Estructuras de madera. Madera contralaminada. Requisitos”.
Juntos iremos descubriendo poco a poco este material, cuáles son las claves para proyectar con madera contralaminada, porqué supone una ventaja frente a otro tipo de construcciones, su complejidad estructural… pero de momento quiero que os quedéis con la historia de sus inicios: una apuesta por el reciclaje, por darle un valor añadido a un producto residual que era un desecho en la industria de la madera, pero que con una segunda oportunidad puede formar parte de una escuela, un museo, o quizá, de tu nuevo hogar. =)
Hasta pronto,