La costa gallega está salpicada de parajes sorprendentes. Hace unas semanas viajábamos a las Rías Altas para disfrutar de las lagunas de Razo y Baldaio. Hoy nos vamos a dejar caer un poquito más al sur para hablar sobre madera. En la ría de Vigo frente a las islas Cíes se encuentra una curiosa islita llamada Toralla, una de las islas «semi-privadas» que aún quedan en Galicia.
En su reducida superficie alberga más de 30 viviendas unifamiliares, una torre 70 metros y 136 viviendas no exenta de polémica por el alto impacto visual que supone en la ría, y un centro de investigación marina perteneciente a la Universidad de Vigo, la Estación de Ciencias Mariñas (ENCIMAT).
TORALLA
Isla Toralla está conectada a tierra firme por un estrecho puente de 500 metros de longitud que acaba en una garita de control con barrera. Si pretendías visitar la isla en coche, me temo que tendrás que dar media vuelta al final del puente, te aviso por experiencia 😉 A las dos playas públicas situadas a ambos lados de la pasarela únicamente puedes acceder andando.
Pero hoy nos vamos a quedar en la costa, sobre tierra firme, justo enfrente de Toralla. Entre la playa de Canido y la playa de O Vao se encuentra uno de los yacimientos romanos más importantes de la Ría de Vigo: una villa romana que desapareció bajo las dunas de la playa.
Estas ruinas se encontraban en el subsuelo del chalé de la finca de la familia Mirambell y salieron a la luz en una rehabilitación de la vivienda. Tras el descubrimiento, la intención de la administración fue declararlo museo, pero no fue hasta el año 2003 cuando se comenzaron a barajar varios proyectos de construcción de un Centro de Interpretación del yacimiento arqueológico. El primer proyecto planteaba la construcción de dos edificaciones: un volumen para el centro de interpretación y acogida de visitantes y otro para la cafetería, más cerca de la orilla de la ría. Al estar situado en un lugar tan cercano al mar, con gran impacto paisajístico, la Xunta y Costas le denegaron los permisos.
UN CERCADO DE MADERA PERMEABLE
Cinco años después de las excavaciones, el yacimiento se abría al público tras una serie de obras de acondicionamiento de los restos arqueológicos y el entorno más inmediato. Una cerca permeable de acero inoxidable y madera marca el límite entre los muros de la villa romana de Toralla y la calle, permitiendo las vistas de los transeúntes hacia el interior.
Las ruinas están situadas muy próximas a la costa en un parque con eucaliptos y, en algunos puntos, los listones de madera tratada de la valla parecen confundirse con la vegetación. En las zonas más próximas a la acera, el cierre perimetral incorpora unos huecos mayores que hacen las veces de ventanas hacia el yacimiento. La modulación cambiante del cercado se va adaptando a la orografía del lugar, como si siempre hubiera estado allí.
El yacimiento estuvo funcionando así durante un tiempo hasta que un par de años más tarde se propuso la rehabilitación del antiguo chalet Mirambell datado del año 1940 y casi en ruinas, como Centro de Recepción de visitantes. Al ser una actuación más comedida y adaptada al lugar, que revalorizaba una construcción ya existente, Patrimonio autorizó la obra y fue impulsado por la administración estatal.
La obra acondicionó los espacios interiores del edificio existente como museo del yacimiento, complementándolo con un espacio de entrada e integrándolo en el territorio.
UNA PIEL DE LISTONES
La pieza clave en la rehabilitación es el revestimiento de madera del edificio. Un gesto que marca la diferencia a pesar de su sencillez: tamiza el aspecto de la edificación original consiguiendo camuflarla entre la masa de árboles del entorno. Tras varios años de uso, la madera ha adquirido ese color gris crema que se integra en el lugar y nos recuerda a la arena de las playas de los alrededores en un día nublado tan típico del norte.
Esta sencilla decisión de acabado consigue poner en valor el yacimiento arqueológico: se ha logrado unificar la imagen del cercado perimetral con la edificación existente dándole un aspecto renovado y acorde con el lugar.
Los listones de madera tratada se atornillan sobre una perfilería de acero inoxidable que se fija a la estructura perimetral de la edificación existente. Los listones son de varios tamaños para conseguir esa heterogeneidad que logra adaptar la actuación al entorno y están fijados previamente a la subestructura metálica por la cara interior no vista.
Me encanta el detalle en las ventanas: algunos de los listones las atraviesan en toda su altura y otros no. Desde el interior tienes la sensación de estar dentro de un bosque y, al mismo tiempo, cuando paseas por el exterior los huecos pasan desapercibidos.
MADERA PARA ADAPTARSE AL LUGAR
Este tipo de proyectos son el ejemplo perfecto sobre cómo actuar en la edificación construida y sobre cómo rehabilitarla para para poner en valor nuestro patrimonio y el entorno que le rodea. En este proyecto, como en muchos otros, la madera se utiliza como herramienta para naturalizar el paisaje y reducir al máximo el impacto visual que tienen las edificaciones en jardines urbanos y entornos naturales.
Si en algún momento tienes la oportunidad de visitar el sur de Galicia, entre baño y baño en playas de agua cristalina y arena blanca te animo a visitar este bonito rincón con siglos de historia. Recuerda que casi en cualquier lugar puedes encontrar algo que aprender para ir construyendo poco a poco un mundo mejor y más bonito.
Hasta pronto,
María
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PROYECTO DEL CENTRO DE INTERPRETACIÓN DEL MUNDO ROMANO DE VIGO
REHABILITACIÓN
- Arquitectos: David Carvajal – Juan Luis Piñeiro
- Constructora: Civis Global S.L.
EXPOSICIÓN
- Supervisión técnica: Cristina Toscano
- Coordinación: Andrea Serodio
- Proyecto museográfico: Matilde González Fernández
- Producción y montaje: Comunica S.L.
- Restauración: Bic, materiales y conservación S.L. – Tomos S.L.
Los datos del proyecto están recogidos en el sitio web de huecocreativo.com
Muy bonito. Gracias
Hola,
Estupendo post.
Está bien la disposición vertical de las piezas de madera. Así la madera dura más y envejece mejor, dado el entorno marino.
¿Es madera tratada de pino silvestre?
Lástima, mejor sería de eucalipto, una madera local y más ecológica (sin tratar).
Pero lo realizado es bonito, como bien describes.
Un saludo y gracias de nuevo.
Hola Juan José, ¡muchas gracias! Me alegra que te guste.
Efectivamente, mejor en posición vertical que en horizontal. Si se coloca en horizontal hay que ser más cuidadoso con los detalles para que todo funcione bien (aristas vivas, goterones…). No sé decirte la especie de madera, sobre eso no he encontrado información, aunque creo que podría ser pino silvestre o pino pinaster. Sí, efectivamente, una muy buena opción local sería la madera de eucalipto. El problema de utilizar eucalipto en muchos casos es el coste: hay casos en que sí pero, generalmente, no suele ser competitiva con la madera de pino tratada.
Muchas gracias por tu aportación. ¡Un saludo!
María
Bonito, pero un cristal en un cierre es una trampa para los pájaros.
Sí, es verdad. ¿Sabes algún método que pueda funcionar bien para que esta estrategia sea un problema?
¡Un saludo!